Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos
miércoles, 30 de octubre de 2013
Quisiera que me ataras bien fuerte
Quisiera que me
ataras bien fuerte
y que no me dejases
respirar,
quisiera que me
hicieses sendero tuyo
para que no pudiera
retroceder,
que siempre recordara
tu nombre.
Quiero saberte
reconocer como la ola de la espuma.
No me disgusta a mí. Empiezas a leer el poema y rápidamente te imaginas una rima, una musicalidad. Pero llega el autor y desestructura en un memento todo lo que te has planteado con una frase significativa: "para que no pudiera retroceder". Es entonces cuando te llama la atención y se queda en ti( ese licor alcohólico del que hablas). No lo veo primario porque no lo veo infantil, lo veo más bien sencillo. Sabes que yo persigo más las imágenes sencillas que salgan del patrón normal de imagen melosa y durmiente
Primaria, no infantil (dista mucho de ser un mero ejercicio de infantes o un trámite). Primaria, por sencilla y evidente. Lo que has reflexionado sobre su construcción o deconstrucción es una interesante tarea. No es de las que me levantan del asiento, y sabes que he encontrado hermosos cardos (perdona la definición) de los tuyos con los que no me importaría ser reprendido y fustigado con alevosía (ya sabes a lo que me refiero). Comprendo que no te disguste porque tampoco disgusta.
Una tercera lectura invita a la complacencia (y es que debemos sumergirnos repetidamente en agua dulce para retirar el salitre de nuestro cuerpo). ¡No sé si seré capaz de reponerme a una cuarta lectura! Ya ves, nuestras apreciaciones son tan cambiantes como nuestro ánimo.
Esa relación entre los dos poemas es clara, parece uno la continuación de otro, como brotados del mismo manantial. Seguro que eso también podría verse en muchos poemas míos, pues desde que empecé a escribir sólo decía que eran sentimientos: lo que siento ante una realidad. Eso te lleva a mojar los pies en cada una y sentir con complacencia el día que te penetra por los dedos. Te ayuda sobre todo a vivir el momento que vives con más intensidad. Eso también lo he comprobado ahora porque al no vivir en paz se te escapa la vida y no sabes por qué. Ahora soy capaz de darme cuenta de esos detalles: dedicarse a sentir la vida que respiras
Y seguro que cuando acabe ese trabajo de reconstrucción que estoy llevando a cabo seguirás encontrando algún "cardo" a los que te refieres, pero eso me conduciría a no estancarme. Cuando me visitaste ya viste que tení puntos de interés: yo rememoro al poeta primario, tú agitas tu fusta cual amazona esperando la más pequeña muestra de debilidad. Y entre copa y copa la vida discurre... Y es que hay vestidos para la palabra cada día, pero no todos son originales y hasta prohibitivos: ésos los definimos nosotros según nuestro prisma de contempación. El comprender viene más tarde: cuando ya nos hayamos liberado de toda nuestra percepción humana yh, por lo tanto, mortal. Y será entonces cuando veamos eue la palabra sigue teniendo vestidos, cada vez más elaborados tal vez.
Poemas instigadores y punzantes igual que cardos. Cuando ya te conformas con flores vulgares suele ocurrir que, a veces, encuentras una que se te clava en los dedos y te hace sangrar, como las llagas de Cristo (amortajado en una belleza sin nombre). Una amazona que nos fustige para que aprendamos de nuestras debilidades es la justa concubina que merecemos en nuestra alcoba, siempre que nuestra desnuda naturaleza soporte los golpes que desgarran la integridad. Cuando más prontamente nos liberemos de la percepción humana y de todas las vestimentas elaboradas con nuestra ilusión, alcanzaremos el lugar oculto que se corresponde en cada alma con la plenitud.
Estoy de acuerdo contigo, pero "cuanto más prontamente" no sé si es la expresión adecuada. Y es que toda sabiduría tiene su senda escondida, toda conciencia su nivel de expresión y saltarse o intentar saltarse esas murallas con mayor o menor prontitud no siempre te lleva a unos óptimos resultados. Toda liberación lleva sus compases de tiempo y de comprensión muy definidos, porque corremos el riesgo de querer destapar la raíz y con ello lo que conseguimos es dejarla a merced de la intemperie. El camino para hallar tal plenitud, pues, habrá ya comenzado
Ya ha comenzado, es verdad, pero también como emoción sujeta a las leyes del tiempo, precisa una determinada madurez; es como la uva que se guarda en el lagar un tiempo y que bien posada alcanza un aroma y un sabor infinitamente diferente al resto de las uvas
¿A mí me lo preguntas?. Yo sólo me propongo el vivir el momento presente, que es lo único que en verdad tenemos, pues ni el mañana ni el dentro de unos minutos tenemos. Bueno, durmiendo en las parras sí que pueden verse visiones y a través de ellas sentirse pleno, pero hasta el sentimiento se detiene en el momento en que vivimos
¡Qué nunca se transforme en un espumarajo a nuestro amor propio! Poesía condensada ( desconozco el licor alcohólico) pero su sabor es primario.
ResponderEliminarNo me disgusta a mí. Empiezas a leer el poema y rápidamente te imaginas una rima, una musicalidad. Pero llega el autor y desestructura en un memento todo lo que te has planteado con una frase significativa: "para que no pudiera retroceder". Es entonces cuando te llama la atención y se queda en ti( ese licor alcohólico del que hablas). No lo veo primario porque no lo veo infantil, lo veo más bien sencillo. Sabes que yo persigo más las imágenes sencillas que salgan del patrón normal de imagen melosa y durmiente
ResponderEliminarPrimaria, no infantil (dista mucho de ser un mero ejercicio de infantes o un trámite). Primaria, por sencilla y evidente. Lo que has reflexionado sobre su construcción o deconstrucción es una interesante tarea. No es de las que me levantan del asiento, y sabes que he encontrado hermosos cardos (perdona la definición) de los tuyos con los que no me importaría ser reprendido y fustigado con alevosía (ya sabes a lo que me refiero). Comprendo que no te disguste porque tampoco disgusta.
ResponderEliminarUna segunda lectura invita a enlazarla con tu anterior poema publicado (siguen una misma pauta y eso es interesante).
ResponderEliminarUna tercera lectura invita a la complacencia (y es que debemos sumergirnos repetidamente en agua dulce para retirar el salitre de nuestro cuerpo).
ResponderEliminar¡No sé si seré capaz de reponerme a una cuarta lectura! Ya ves, nuestras apreciaciones son tan cambiantes como nuestro ánimo.
Esa relación entre los dos poemas es clara, parece uno la continuación de otro, como brotados del mismo manantial. Seguro que eso también podría verse en muchos poemas míos, pues desde que empecé a escribir sólo decía que eran sentimientos: lo que siento ante una realidad. Eso te lleva a mojar los pies en cada una y sentir con complacencia el día que te penetra por los dedos. Te ayuda sobre todo a vivir el momento que vives con más intensidad.
ResponderEliminarEso también lo he comprobado ahora porque al no vivir en paz se te escapa la vida y no sabes por qué. Ahora soy capaz de darme cuenta de esos detalles: dedicarse a sentir la vida que respiras
Y seguro que cuando acabe ese trabajo de reconstrucción que estoy llevando a cabo seguirás encontrando algún "cardo" a los que te refieres, pero eso me conduciría a no estancarme. Cuando me visitaste ya viste que tení puntos de interés: yo rememoro al poeta primario, tú agitas tu fusta cual amazona esperando la más pequeña muestra de debilidad. Y entre copa y copa la vida discurre... Y es que hay vestidos para la palabra cada día, pero no todos son originales y hasta prohibitivos: ésos los definimos nosotros según nuestro prisma de contempación. El comprender viene más tarde: cuando ya nos hayamos liberado de toda nuestra percepción humana yh, por lo tanto, mortal. Y será entonces cuando veamos eue la palabra sigue teniendo vestidos, cada vez más elaborados tal vez.
ResponderEliminarPoemas instigadores y punzantes igual que cardos. Cuando ya te conformas con flores vulgares suele ocurrir que, a veces, encuentras una que se te clava en los dedos y te hace sangrar, como las llagas de Cristo (amortajado en una belleza sin nombre).
ResponderEliminarUna amazona que nos fustige para que aprendamos de nuestras debilidades es la justa concubina que merecemos en nuestra alcoba, siempre que nuestra desnuda naturaleza soporte los golpes que desgarran la integridad.
Cuando más prontamente nos liberemos de la percepción humana y de todas las vestimentas elaboradas con nuestra ilusión, alcanzaremos el lugar oculto que se corresponde en cada alma con la plenitud.
Estoy de acuerdo contigo, pero "cuanto más prontamente" no sé si es la expresión adecuada. Y es que toda sabiduría tiene su senda escondida, toda conciencia su nivel de expresión y saltarse o intentar saltarse esas murallas con mayor o menor prontitud no siempre te lleva a unos óptimos resultados. Toda liberación lleva sus compases de tiempo y de comprensión muy definidos, porque corremos el riesgo de querer destapar la raíz y con ello lo que conseguimos es dejarla a merced de la intemperie. El camino para hallar tal plenitud, pues, habrá ya comenzado
ResponderEliminar¡El tiempo de la plenitud ya ha comenzado, eso es lo verdaderamente importante!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa ha comenzado, es verdad, pero también como emoción sujeta a las leyes del tiempo, precisa una determinada madurez; es como la uva que se guarda en el lagar un tiempo y que bien posada alcanza un aroma y un sabor infinitamente diferente al resto de las uvas
ResponderEliminar¿Qué hay más allá de la plenitud? ¡Vino escanciado!
ResponderEliminar¿A mí me lo preguntas?. Yo sólo me propongo el vivir el momento presente, que es lo único que en verdad tenemos, pues ni el mañana ni el dentro de unos minutos tenemos. Bueno, durmiendo en las parras sí que pueden verse visiones y a través de ellas sentirse pleno, pero hasta el sentimiento se detiene en el momento en que vivimos
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