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Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos
sábado, 26 de octubre de 2013
Quedándome atada
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Tiene algo en lo que se puede profundizar!!!
ResponderEliminarNo soy capaz de decirle que no a un buen rumiante si hay sopores, jadeos y hierba seca, y el amor universal tratando de alimentar a los hambrientos.
La frase final es hermosa pero algo forzada, al leerlo me pareció mejor finalizarlo en "aquella tarde".
Cuando ya te sientes identificado con la emoción del momento hay imágenes que concentran toda tu atención (igual que para dormir buscas una cama que te facilite el sueño). Recuerdo que esos "finales" era lo que tú más recalcabas: que sean rotundos y a la vez intensos.
ResponderEliminar"Tu amor
se volvió tarde
aquella madrugada" ... ¿una proposición?
¡Una hermosa proposición indecente! La frase es rotunda por si sola pero tiene que vestir el poema (o desnudarlo según se preste) para contagiarlo de esa misma rotundidad. Me agradan los bóvidos y óvidos (creo que quedan bien en cualquier poema siempre que no sea pasto de las cabras).
ResponderEliminarTanto salvajismo y cornamenta me ha inspirado: "seamos pasto de cuadrúpedos, orgía de ungulados rumiando bajo los soles, rebaño mesetario en la cerviz de los Dioses."
ResponderEliminar¿Salvajismo y cornamenta? Me parece que Mary Bell nos está definiendo una emoción entre salvaje y puritana, pero siempre llena de colorido y de significado. "Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia", así lo definiría. Son electrizantes sus expresiones, eso si, porque detrás de cada una esconde un deseo: ¿ficción o realidad?
ResponderEliminarMary Bell en su poema consiguió lo que buscaba: trasladarnos a un místico entorno paisajístico,vertebrados incluidos. Cada lector podrá ir dándole su imagen de acuerdo con su propia identificación con el poema. No siempre encontramos las palabras adecuadas que modelen una fantasía.
ResponderEliminarNo se desplaza del tema original y eso dice mucho a su favor, pero define las sensaciones "con pinzas", esto es, sin expresarlas puras y duras. Creo que le hace falta, eso si, que vista el poema
El poema está bien vertebrado (no tengo nada que objetar en ese aspecto). Creo que lo he tildado con algo de fantasía; pero, por lo menos, es una fantasía sugerente. Desmiento toda animalidad pensando en el sarcasmo, más bien en una agradable sugestión natural. Si a veces hacemos algo de leña de un poema es porque encontramos calor entre sus brasas (este es el caso). Sabes que me agrada más desvestir los versos que vestirlos, incluso me deslumbran en su condición los travestidos con su especial paraninfo.
ResponderEliminarTe gusta llegar a la más primitiva sencillez, a la inocencia primera, eso lo sé: desvestir el poema y todo lo que tenga ante él para llegar a la más divina sencillez. Nunca podrá llegarse a una poesía unigénita, ésa que a todos complazca y a todos le lleve hasta lo sublime, pero es cierto que cada uno le vamos abriendo un camino en nuestras almas, aportándole lo que buenamente sabemos. Todos los poetas tenemos, al menos en nuestra primera época de escritura, un cierto riesgo a utilizar imágenes que nos distraigan del verdadero objetivo al que queremos llegar. Yo no veo esa distracción, pero sí algo de sutiles parpadeos que pueden conllevar algo de peligro.
ResponderEliminarPero lo más importante de un caminar poético es señalarse un camino, pues lo demás es tarea del alma
Ya noto tu vena humorística (cuando me encuentre contigo tendré especial cuidado con los sutiles parpadeos). Uno no sabe lo que pueden llegar a ocultar los ojos, pero no me atrevo a decir lo que pueden insinuar los párpados.
ResponderEliminarEn las relaciones hay que tener un especial cuidado con los significados gestuales, desde hoy en adelante me fijaré en ese dialecto.
Poesía unigénita (hermosa naturaleza). Palabras moduladas con razón en lo concerniente a las vestiduras.
A veces podemos vestir de tal forma el poema, que en su ingravidez, parezca a nuestros ojos en paños menores, e incluso podemos reducir esos paños a la total unicidad aventurando la extrema desnudez (creo que son recursos que solo calientan a los fisgones y a nosotros también nos consuela la vista). Una mujer vestida tiene la misma dignidad que una amazona desnuda.
No son los ojos los que mientes: son los párpados, en su juego misterioso. Claro, no es el palito lo que denota la i, es el punto. Pues así los significados gestuales no son la aportación, son el poema... y el mensaje en este caso. Es lo que andaba buscando: el significado último del pentagrama de la poesía. Pues así como nosotros somos meros sostenes del conjunto de mensajes que hay en cada gesto, así ellos llevan escritos cada uno de nuestras emociones
ResponderEliminarEntendí lo del "palito" (aunque se da a múltiples interpretaciones que no vienen al caso). Tienes razón: el aleteo de los párpados hace que despeguen las intenciones (curiosa ave llena de recursos creativos). Así, la mirada se posa en la mirada, limpia sus plumas y extiende todo su poder de persuasión y belleza. Lo del "pentagrama" es algo más peliagudo de entender; pero lo de los "sostenes", en absoluto me deja indiferente cuando generalmente guardan tan gratos atributos. (No sabes como hacer para enmascarar un comentario picante!!!!)
ResponderEliminarNo es picante, Raúl, ¿qué sería de un gesto si no hubiera quién pudiera trasmitirlo: no es lo más importante el gesto en sí, sino que ahora se haya hecho un referente de la expresión. Pues así como el gesto tiene vida propia, así la capacidad pare describirlo. No es difícil, por tanto, escribir un gesto sobre el "pentagrama" de tus ojos, lo que llega a mí: el pentagrama de la poesía es el concepto poético por el cual elaboras un poema: el poder de persuasión del que hablas tú. Ahí está todo lo que transmite.
ResponderEliminarA nadie deja indiferente, pues, la mirada, el gesto, la soledad... como tampoco el silencio deja indiferente a nadie. Al contrario, todo el conjunto de canales por los cuales se transmite ha calado en cada uno de nosotros: así configuramos el sostén de los mensajes (los atributos son los que te quedan, lo material es lo inservible)
Otra frase ingente para tu obra de la que pienso ser partícipe: "el atributo es lo que queda, lo material es lo inservible".
ResponderEliminarA nadie le amargan unos pimientos de Padrón!!!
De mi comentario picante has logrado extraer un pentagrama de valiosos recursos.
Una poesía atributiva, no atribulada, es lo que necesitamos; pero,¿los atributos de la Diosa aparecen siempre en todas sus manifestaciones?
Mi concepto de atributo no es material, ya que lo material es lo inservible: el atributo material lo corrompe el tiempo a base de años y años. Lo que no corrompe el tiempo es lo inmaterial, lo espiritual (no entendiendo por espiritual un concepto religioso: sabes que lo espiritual va más allá de cualquier término conceptual con el que lo hayamos querido definir). Por tanto, la Diosa no habla en conceptos terrenales, o sea, materiales. No son diferentes términos, sino diferentes planos en donde sson reales esos términos o, dicho con otras palabras, los dos polos de una realidad
ResponderEliminarEl cuerpo también es una manifestación del espíritu.
ResponderEliminarMás que manifestación diría materialización; pues hasta los pensamientos más profundos buscamos materializar de alguna manera porque pensamos que así se harán reales, cuando el concepto de realidad es de cada uno. Pero la materia nos hace sentir más equilibrados y más poderosos, quizás. Cambiamos el "yo soy" por el "yo tengo".
ResponderEliminarDe todas formas siempre tenemos el espíritu ahí, como semilla inapelable de que todo lo que tenemos "nuestro" forma parte de un más allá. Y es él quien nos marca unos límites si sabemos escucharle, claro está.. El cuerpo, al fin y al cabo, sólo es una nave espacial