Y he visto sueños derrotados
por culpa de una
mentira,
he visto muros
levantados
conscientes y a toda
prisa.
Y me he
cansado de ver
la miseria por las
calles,
polvo que sabía a
veneno,
juegos míseros, cobardes.
También he
visto mundos gigantes
de inocencias
corrompidas,
que jugaban a ser
guardianes
de otros sueños y
otras vidas.
Y después de
ver… entiendo
que el futuro que nos
aguarda
no es el mundo que
deseo
sino el de una edad
marcada.
Bienvenido al mundo! Éste es tu primer bautizo de poesía social, lamentablemente no será el último. Mientras la economía iba bien y la vida fluctuaba perdida en su supuesta opulencia, ya había muchos que sufrían en sus carnes la revelación de ese mundo ensoñado. Los que vivíamos relativamente acomodados en la embriaguez sonámbula de este sistema perverso, mirábamos para otro lado cuando ocurrían todos los desmanes. Ahora somos nosotros los que nos acercamos al abismo; pero siempre son otros los que manejan los hilos en la sombra.
ResponderEliminarTardé un tiempo, Raúl, porque ante todo cambio necesitamos recuperar la armonía y que todo vuelva a fluir como fluía antes. Y en eso estaba: aprendiendo de la realidad y de mi interior, viendo lo que me sucedía desde otras perspectivas y extrayendo de ello una enseñanza... comprendiendo. Puede ser, como tú dices, una incursión en la poesía social, una manera de mostrar mi inconformismo o sólo una crítica como otras que escribí, no lo sé, pero desde luego tienes que salir de ti para sentirlo más cerca
ResponderEliminarSupongo que en el interior está todo escrito, todo es claro y diáfano como un mediodía: una especie de poema póstumo de una arquitectura desconocida y perfecta. En la cual profundizamos al detenernos en esos reductos cuyo lenguaje es parte de la esencia original que abarca cualquier conocimiento y cualquier verdad.
ResponderEliminarEs en el interior donde todo cambia de una manera perfecta y diáfana. Sin embargo cuando lo vemos a través de nuestros ojos que no son tan inmensos como ese interior, añadimos impulsos, emociones y sueños que están fuera de lugar y que terminan por contaminarlos de la misma maldad que dentro de nosotros nos retiene
ResponderEliminarOjos de musaraña queriendo otear las emociones convulsivas a través de un lejano horizonte perdido en los anales de la razón...
ResponderEliminarEncuentro un cambio sustancial en esta poesía (al principio pensé que era la publicación de otra persona). Este poema es más inciso, un poco más lacerante, pero también sensible. ¿Es el veneno de la vida que a veces articula cada emoción?
Supongo que sí, Raúl, que es el sentido de la vida. Y es que la vida nunca nos conduce mal, por eso debemos aprovechar todo lo que ella quiera aportarnos, pues muchas veces las mismas realidades que encontramos en el camino se convierten en verdaderas maestras nuestras: bien porque a través de las personas nos muestran algún carácter o sentimiento que nos falta o bien porque con un sutil toque de atención nos señala algo que estamos haciendo erróneamente. Cuando descubres que la vida te está enseñando a cada paso ves que no estás solo y que puedes conseguir todo lo que te propongas
ResponderEliminarDeléitame, amigo, con ese cambio que has alcanzado para que yo también pueda expiarlo y aprehender una lección. ¿Dónde te has detenido a discernir esa verdad inequívoca?
EliminarSi partimos de la verdad que cada persona se considera libre, pero no lo puede ser porque para ser libre debe ir superando etapas en la vida... y en alguna de ellas quedan frustraciones, dolor y batallas internas por superar, descubres que la única respuesta la encontrarás excavando dentro de ti. Y descubres que nadie es libre, que todos escapaan a veces de lo que son para refugiarse en otra persona
ResponderEliminarTenemos una idea de la libertad parecida. Pero, ¿qué seríamos sin todos esos condicionantes que nos definen?
ResponderEliminarY de hecho, como nos definen, también nos caracterizan.
La libertad total, entendida como una quimera, en la que no existe ninguna dependencia es la negación de las interacciones del propio ser. Por eso la libertad está dentro de nosotros mismos, en la matriz de nuestra esencia, dónde buscamos las respuestas... Se puede decir que no somos libres y lo contrario.
¿Quién no se ha parado en el camino un día y, con los brazos abiertos, ha exclamado: "Me siento libre"... y no sabe en verdad si lo es o no?. Sin embargo día a día buscamos una libertad como si eso fuera la caja de Pandora y tal vez no nos demos cuenta que tanto la buscamos como nos escondemos de ella, porque nos movemos casi maquinalmente por toda esa programación que la vida y los seres de nuestro alrededor nos han hecho ver como libertad
ResponderEliminarYa son demasiados los días sin tu participación. ¿Cómo te van las cosas?
ResponderEliminarYa lo sé, Raúl, perdona. En verdad estoy viviendo con mi pareja y estamos llevando unas ilusiones adelante, me quiero sacar el carnet... en fin, sabes que en una vida en común apenas te deja tiempo libre. Te quise llamar, seguro que lo haré un día. De todas formas estoy pendiente de subir nuevos trabajos, pero como te digo, apenas te deja tiempo. No quiero descuidar 0el blog, eso no, un día me gustaría invitarte a esta casa
ResponderEliminarEl cambio que se aventuraba en los poemas devino en un cambio de vida. Me alegro, felizmente, de esa nueva situación que te hará crecer por dentro y tener otra experiencia de las cosas. Gracias por tu llamada.
ResponderEliminarClaro que si, Raúl. Ahora debo concienciarme de mi nuevo lugar en la vida y eso me llevará a renovarme por dentro. Seguro que seré capaz de plasmarlo todo en palabras llenas de vida y de esperanza... y d0e luz
ResponderEliminarNunca han faltado la esperanza o la luz en tus poemas. Espero que no tengas una sobre-exposición a la luz que pueda trastornar tu mesura y convertirte en una especie de hilo de carbono demasiado excitado (es broma).
ResponderEliminarNunca han faltado la esperanza o la luz en tus poemas. Espero que no tengas una sobre-exposición a la luz que pueda trastornar tu mesura y convertirte en una especie de hilo de carbono demasiado excitado (es broma).
ResponderEliminarNo creo que sea tanto, Raúl. Espero, eso si, encaminar la vida hacia otros senderos, de alguna manera no eres tú el que transmite la vida a través de las palabras sino que es ella la que escribe a través de ti
ResponderEliminarSomos o libro no que a vida escribe as súas palabras.
ResponderEliminarSomos o libro no que a vida escribe as súas palabras -palabras que antes foron outras formas de existir-.
ResponderEliminarA vida precede ó verbo ou é o verbo quen precede á existencia?
A vida precede ó verbo, Raúl, sempre a vida como a primeira forma de existir. Nós dibullamos o que vemos dalgún xeito, á noso xeito: sempre una maneira de sentilo
ResponderEliminarLo dices con demasiada seguridad! Yo creo que el Verbo es la Vida.
ResponderEliminarLo dices con demasiada seguridad! Yo creo que el Verbo es la Vida.
ResponderEliminarRaúl, muchas veces pensaba que era la persona la que se marcaba el camino, la que caminaba por la senda que ella misma se había labrado. Me sentía mal porque muchas veces no era capaz de lograr metas. Me paraba en el camino porque no sabía seguir...
ResponderEliminarpero ahora no lo veo así, ahora creo que somos capaces de llegar a donde queramos, porque la vida nos dará lo que le pidamos: sólo es necesario luchar y creer en ello