Un día más
invento el recuerdo...
Miro la calle,
esa calle vacía que tantas veces
fue mi cama, pero ya no quedan lo sonidos
de ayer
ni las voces.
Tengo que inventar el pasado
y rehacer mi vida...
Y los días son sombras que se añaden
a mis palabras.
Siempre me olvido de sentir.
1991
Es curioso pero todo en nosotros es un musculo que funciona a base de ejercitarlo. Si estamos alejados del raciocinio llegaremos a perder la capacidad del diálogo, de las ideas. Inventar o recobrar el pasado es una forma de supervivencia. Si la vida no nos depara cosas nuevas -un nuevo acto de fe- llegaremos a perder la capacidad del equilibrio, del sentimiento, de la humanidad. Si te esfuerzas en sentir hallarás el pulso a tu sentido.
ResponderEliminarlobezno
En ello estoy, lobezno. Cada día es un ejercicio, un peldaño más. Un pulso a tu sentido, como dices tú. Cracias por tu manera de ver el poema
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