Viejos, que os tiemblan las manos
y lleváis duelo en los ojos.
El azote de la Vida
señorea en vuestros rostros,
enjutos y fatigados,
de profetas o de apóstol.
y lleváis duelo en los ojos.
El azote de la Vida
señorea en vuestros rostros,
enjutos y fatigados,
de profetas o de apóstol.
Viejos, que en vano añoráis
algo que sabéis perdido:
juventud, poder, amor,
horas de fiebre y delirio
que ardieron en vuestro ser
como fuegos de artificio.
La nieve que pone el tiempo,
sobre sienes amarillas,
coronó vuestra cabeza
con laurel hecho cenizas
en la llama de la antorcha
que llevasteis encendida.
Vuestra nave, fatigada,
arribó exhausta a la orilla
y ahí está, sobre la arena,
como gaviota abatida,
desguazadas las entrañas
y con la proa partida
en lucha contra las olas,
revueltas y embravecidas,
que llegaban hasta ella
pretendiendo hacerla astillas.
Ahí está, desarbolada,
a la orilla de la Vida.
a la orilla de la Vida.
(P. C. ©"Sentires")
Interesante poema, cierto sabor triste siento al leerlo aunque creo que sintetiza un poco lo que decisa al comienzo con "duelo en los ojos".
ResponderEliminarQue tengas un buen finde, saludos! ^^
Aunque la orilla de la vida este lejos, tus palabras siembran panico de solo leerlas...
ResponderEliminarLa vejez es como la muerte, a todos nos llega.
ResponderEliminarEs el futuro que la infancia ignora,la juventud elude, y que cuasndo te das cuenta el espejo es el único que te habla claro.
Bella y exacta poesía.
Un beso sensible.
Nadie parece estar preparado para la vejez. Cuando viene, casi sin preguntarnos, nos va lastrando poco a poco con sus achaques y asperezas. Tal vez todo sea el fruto de una vida sin equilibrio la que nos hace llegar a la edad de "la sabiduría", la "edad madura" tan faltos de sentido. Tal vez sea culpa de una sociedad desnaturalizada donde la perdida del valor humano es un añadido. Sea como fuere la vida nunca ha sido un "juego de niños" ni siquiera para los niños...
ResponderEliminarlobezno