Con el viento de estos días han caído ya las frutas de sus cedros en flor. Ahora se harán parte de mí y parte también de este universo omnipotente que me invadirá... como me invade el viento y me invade el mundo. Por eso las recogeré... teñido de amanecer y de púrpura las recogeré. Y luego me haré flor en la nube llorosa y casta.
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lunes, 16 de noviembre de 2009
Con el viento de estos días
Con el viento de estos días han caído ya las frutas de sus cedros en flor. Ahora se harán parte de mí y parte también de este universo omnipotente que me invadirá... como me invade el viento y me invade el mundo. Por eso las recogeré... teñido de amanecer y de púrpura las recogeré. Y luego me haré flor en la nube llorosa y casta.
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Tu és algo que a natureza nunca pode ignorar!Beijo.
ResponderEliminarTu prosa poética roza la perfección. Me encanta leer tus palabras. Me hacen pensar.
ResponderEliminarUn besino.
Goriot.
Mi querida amiguita.
ResponderEliminarUna prosa poetica nuy bella e sencilla, que nos habla de fuerza y belleza de la naturaleza.
Besitos
Victor Gil
... y volarás.
ResponderEliminarbesicos.
precioso y cercano escrito
ResponderEliminarLa voz del viento está en los árboles,en el mar,en las fuerzas de la naturaleza.La voz del hombre solo mueve la mentira.
ResponderEliminarBesos linda
GRACIAS POR HACERLO SENTIR TÁN HERMOSO
ResponderEliminarBESOSABARAZAOS
Un cordial saludo..... ¿estás por aquí o ya en el Caribe?
ResponderEliminarpacobailacoach.blogspot.com
Estaba leyendo tu poema y me ha parecido como una liturgia orgiástica y natural. Era como una misa hecha de cetros y de frutas consagradas en un universo omnipotente que era el templo, el viento como espíritu divino, el sacerdote que es el poeta(teñido de amanecer y de púrpura) y el altar y la ofrenda que es la flor y la nube llorosa y casta.
ResponderEliminarlobezno
Besos, Rebelde, es muy bonito lo que me dices. Ojalá fuera capaz de sentir todo eso
ResponderEliminarGracias, Goriot, es vla naturaleza la que nos lleva por sus senderos
ResponderEliminarVíctor, no soy I am, pero como si fuera parte de ella, ya que creyó en mí para este espacio
ResponderEliminarVolaré, Guillermo, volaré...
Javier, hace falta sentarse al lado de ella
Genétticca, la voz del viento en nuestras almas. Un beso muy grande