Con estas palabras os doy la bienvenida y mi mayor agradecimiento a vosotros que sois los que hacéis posible que este blog se mantenga activo y vaya renovándolo cada poco tiempo. Mi deseo es que el contenido de este blog os aporte diferentes emociones y sentimientos. Un abrazo cariñoso también a todos los que estáis ahí y formáis parte de esta poesía y a todos los que quieren también formar parte de ella, a las nuevas incorporaciones: un abrazo de bienvenida a todos ellos
Por prescripción cardíaca y nada casual... que nos extiendan las recetas ( ahora electrónicas) y no duden del "síntoma" cuando la angustia se bebe en libertad quizá poco indecorosa pero razonable ante el sentimiento.
P.D: -perdón por la intromisión en este intercambio de "impresiones"- Abrazos para ambos.
Si condeno por infame el mundo que tengo enfrente me estoy condenando mí porque él y yo somos uno: no somos tan diferentes.
Muchas gracias por tu parecer, Poetílica, nunca debes pedir perdón cuando compartes lo que piensas: es una manera de ser libre. Yo no creo en las casualidades, sino en los aprendizajes: sólo conociendo lo que tú piensas puedo entrar y aprender de ti
Se hizo insano estar juntos
ResponderEliminarno era diferente de la infamia.
Me reduces a la mínima expresión, Raúl, la segunda frase me deja un tanto incompleto
ResponderEliminarEstar juntos no era indiferente de la infamia.
EliminarJuntos e indiferentes era la infamia.
Justos e infames.
Tan solo rozamos la mínima expresión...
Siempre me sorprendes, Raúl: yo siempre agarro los sentimientos para mí y tú los ves fuera: sentirnos indiferentes es la infamia
ResponderEliminarPor prescripción cardíaca y nada casual... que nos extiendan las recetas ( ahora electrónicas) y no duden del "síntoma" cuando la angustia se bebe en libertad quizá poco indecorosa pero razonable ante el sentimiento.
ResponderEliminarP.D: -perdón por la intromisión en este intercambio de "impresiones"-
Abrazos para ambos.
Si condeno por infame
ResponderEliminarel mundo que tengo enfrente
me estoy condenando mí
porque él y yo somos uno:
no somos tan diferentes.
Muchas gracias por tu parecer, Poetílica, nunca debes pedir perdón cuando compartes lo que piensas: es una manera de ser libre. Yo no creo en las casualidades, sino en los aprendizajes: sólo conociendo lo que tú piensas puedo entrar y aprender de ti