Se me irá la vida
aquel día
en que pierda el recuerdo.
Si con él vivo
el día que me falte
seré menos que una piedra en el desierto…
Porque el recuerdo es vida…
no tengo que buscarlo, va conmigo, vive en mí…
es mío.
Vivo feliz con ellos,
dichosos pasos del ayer. Pertenecen a mi mundo
y con ellos me refugio en la tristeza.
Mi mente no acabará con mis recuerdos:
esperarán
al día en que cobren vida
nuevamente…
y con ellos siempre estaré yo.
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1982 –
Una piedra con recuerdos es un esbozo lamentable, pero una mente sin recuerdos es como un mundo sin luz...
ResponderEliminarLo que es muy agradable al leer estos poemas es su manera de expresar lo que siente, yo no sería capaz porque el tiempo te va quitando la inocencia. Yo quiero decir y digo es muy diferente a yo quiero decir y primero pienso cómo lo digo
ResponderEliminarLa inocencia vejada es la más pura inocencia, rota y humillada necesita de nuestro cuidado. Un perro maltratado nos devuelve la gratitud que un alma virgen es incapaz de contener.
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