No te has
cruzado en mi vida por azar,
sólo por azar.
Había algo más oculto
en tu mirada,
como un misterio,
algo así como un
misterio.
Hoy es justo que
reconozca el valor que has tenido
para enfrentarte a
todo
a través de mí,
para arrastrarme
contigo
y hacerte conmigo una
sóla carne.
Yo he
disfrutado de aquellos pequeños momentos
que me brindaba la
vida
junto a ti,
que nos brindaba a
los dos la vida.
Y he
descubierto en ellos un SER
que antes no veía,
que no podía ver,
que estaba oculto
para los ojos.
Y en cada
latido me susurraba: “Tú puedes”
y se hacía luz.
Me he
entregado a los dones maravillosos
que emergían de cada
palabra,
que se hacían luz en
cada una.
Intenté
definir lo que sentía
en esos momentos
para sumergirme en lo
más hondo de mí
y desde aquí
desencadenar al mundo.
Y he
encontrado de esta forma al ser maravilloso
que habitaba en ti
y cabalgaba por ese
inmenso mar de plata
que era el camino.
Te había
buscado en el silencio, te había buscado
en la larga estela
que quedaba detrás de mí
y era la voz del
tiempo.
Por eso ahora
te respeto… tanto
como respeto a esos
seres luminosos que están contigo
y yo apenas puedo ver.
Hoy recojo lo
que siento…
y te amo.
Tú no te has cruzado
en mi vida sólo por azar.
-2013-
¡Un poema de sinceridad! Se deja leer con soltura y tiene un prudente ritmo, encadenado. Me agrada la sencillez, la sobriedad y la pureza de sus notas, junto a un final definitorio, simplemente retocaría algunas redundancias del "mi, ti, conmigo, contigo" que se me atragantan un poco, pero esto es, más bien, subjetividad. ¡Sigue cultivando ese ser profundo, incapaz del menosprecio!
ResponderEliminarEs la vida quien va dirigiendo nuestras pisadas detrás de lo que ilumina nuestra mente. La verdad es que al escribirlo me doy cuenta que no busqué florituras ni caminos adornados, caminos en los que solía dormir bastantes veces. Pero como en todo lo que escribo, lo que escribí iba dirigido por lo que sentía en ese momento.
ResponderEliminar"Sigue cultivando ese ser profundo...", pero tú también lo cultivas, porque a través de tus comentarios y de tus sentimientos lo estás compartiendo conmigo.
Siento no haber tenido tiempo para haber puesto las fotos y el poema de Ulises: lo hice ahora, ya más tranquilo
Intento cultivarlo aunque aún ando perdido (a veces parece, más bien, que estoy en una cienága árida donde solamente crecen ortigas y piedras de una presencia agradable). Supongo que en el fondo todo requiere de experimentación para llegar a aquel lugar ansiado y definido.
ResponderEliminarSi mezclas la sencillez con frases de rotundidad contrastada lograrás una praxis profunda.
"no te has cruzado en mi vida sólo por azar.". Nada es por azar, todo tine una razón de ser.
Un buen amigo m,e dijo un día que a veces buscamos algo como un tesoro oculto y es entonces cuando se nos escapa. Me pareció interesante cuando me comentó que "todo fluye, todo tiene su ritmo y su tiempo". Nos preocupamos de encontrarles pies y cabeza a lo que nos ocurre y no nos damos cuenta de que muchas veces no estamos preparados para que "eso" llegue a nosotros. Por ejemplo tú y yo: anduvimos distanciados mucho tiempo y buscaste tu vida, pero ahora volvemos a estar juntos: tal vez era necesario, hay que pensarlo así.
ResponderEliminarSi, todo tiene una razón de ser, una de ellas puede ser que muchas veces nos olvidamos de vivir el aquí y el ahora, que es todo lo que tenemos. Si somos capaces de vivir el aquí y el ahora nos encontraremos con el SER que vive dentro de nosotros
Al mismo tiempo que hay un tránsito, la vida es un bucle. Casi siempre obviamos el aquí y el ahora, y ello debería conjurarse en una verdadera forma de "existencia". Nos olvidamos de vivir, dando la espalda a las cosas sencillas que conforman la verdadera esencia de nuestras vidas, por otros intereses y circunstancias más banales. Nos hacemos complejos pero no somos felices y en algún momento nos olvidamos de lo que realmente somos (coincidiendo plenamente con tus palabras).
ResponderEliminarMuchas veces pensamos: "el pasado ya pasó y el futuro está por llegar", pero no por ello dejamos de agarrarnos a uno o a otro. Y es que lo más difícil es vernos a nosotros mismos en el aquí y el ahora, seguro que entonces no haríamos muchas cosas de las que hacemos. Pero también tenemos razón cuando nos excusamos diciendo que nadie nació aprendido.
ResponderEliminarTardamos en comprender, nos hacemos holgazanes con nosotros mismos y buscamos fuera lo que en realidad deberíamos buscar dentro, porque de nosotros mismos es de donde parte la vida y a donde regresa también