Me gusta ese detalle. Estoy preocupado. Me entristece no haber traído la libreta. Y lo pensé. Voy a tener que olvidar a Bea. No sé por qué, no es por que no hable conmigo. Creo que le vi de otro modo desde el principio. Es esa idea de considerar este día que no quedará consumado si no le conozco a ella. Se podría decir mucho. Yo, yo lo tomo como una convivencia. Y toda convivencia me parece hermosa. Son palabras limpias, palabras que se pueden albergar en un momento. Cualquiera. Será maravilloso cada vez que queramos dedicarle nuestra mirada, nuestro recuerdo, todo nuestro ser. No hay engaños, no hay mentiras que puedan pregonar que no hubo amor a nuestro lado. Nacieron unos ojos, unos ojos eternos, compañeros de rodas las estrellas. Un sabor de boca, no, no hace falta, cualquier aroma se sentirá feliz por impregnar nuestro alrededor. Ante él vamos a conseguir un mañana más dichoso, ese mañana entre los dos lo habremos cosechado.
Eso me parece esta compañía. No sé si podré
leer alguna. Me parece que no hay ambiente para leerla. No quedaría tranquilo.
Tan animado que estuve antes. Me coloqué aquí para nada, no le doy sentido. Y
el caso es que estuve a punto de descubrirlo. Todavía me siento a punto. Ya
estoy mal. Se lo pregunté. No, te lo dije. Y al final creo que arrastré lo que
quería. Ya te lo contaré. Ahora prefiero hablar. Me dijeron que leyese eso que
hablé contigo sobre las convivencias. Y les gustó. Piensa en Begoña (no es Beatriz).
No estuvo del todo mal su presencia. Ella estaba junto a Teresa y me quedó esa
esperanza. Fue como el puente que me recordó más a Pily.
Y a mi madre no le voy a dar tanta importancia
a lo que dice porque no sabe que me empecé a bañar diariamente o a menudo por
ella, y no me parece que se lo crea. Bueno, puede ser verdad que se le puede
llamar terrorista, mi mente es pequeña, pero se llega a fijar en algo, ¿no?. Me
hicieron una entrevista. Bueno, se la hicieron a todos. Me quedé disgustado en
lo que dije: nos conocemos.
Creo que lo que más me desanimó de Begoña fue
cuando le dije que ya le vería en el centro de Vigo. No sé qué fue lo que le
dije, pero me cortó diciendo: “No creas que voy a ir por que vayas tú”. Yo me
quedé callado. No sé qué pasó por mi mente en ese momento. No me dio tiempo a
contestar. Fue todo tan rápido.
Todavía no había nacido una semilla entre los
dos, era sólo un encuentro. No sé qué pensó ella, pude haberle dañado. Ya lo
hace a propósito hirviendo la leche. Caro que lo hacía a propósito. No sé la
razón. Bueno, olvídala. Me gustaría saber cuál fue el daño, me parece que
muchas veces soy el culpable de todo.
Bueno, escribo en la habitación. Creo que
no estaba muy preparado para ese viaje, es ese haber ido sin ganas. Me animó
más la chica que comió entre el otro chico y yo. La tele donde se fueron es la
de la habitación de ellos. No voy a ir yo también. Un chico me dio su
dirección, no me acuerdo cómo se llamaba. Pero estuve hablando con él. Y eso me
animó. No es sólo porque me diese la razón a mí y apoyase mis ideas, no sé, es
ese ánimo. Si, es verdad que me dio la razón, pero apoyó ese continuar
investigando y descubriendo.
Me gustaba a mí también aquel trozo de la
convivencia. Me agradó que así lo reconociera. Ninguna de las tres volvió a
hablar conmigo. Bueno, ni yo con ellas. Creo que a quien más recuerdo es a
Begoña, de mi altura más o menos. No sé si hice algo malo. Pero sobrevino
aquello que yo tanto había indeseado en mí. De una manera espontánea, pero no me
lo esperaba. Se había dado cuenta cuando yo ni siquiera había alcanzado ese
nivel. No quiero que el amor sea tan lento. Considero que nunca fue de esta
forma para mí y ahora me parece que sufre la transformación para convertirse en
algo también nuestro. Y todo es tan lento que me parece mentira haber convivido
tanto tiempo con ella.
Siempre llego un día. También me parece que yo
he sido concebido de la misma forma tal vez en la mente de alguien que siempre
ha querido saber de mí. Los domingos tengo alegría segura Teresa, hoy fue el
cumpleaños de Julia, ¿sabes?. Casi le engaño a Lourdes, pero es muy cariñosa.
Sigo diciendo lo de antes: el amor es muy lento. Pero está lleno de sonrisas.
Ya está la bronca encima: El niño que quiere ir de blanco.
Y ahora Quico dice: “Así que va a ir Pily”.
Tengo miedo que se la lleve. Aunque no era allí. Bueno, mamá planchó el
pantalón y el niki, me molestó al principio que chillara, pero lo haría. Y no
era para que Pily me conociera. Bueno, ya pasó.
Un Verdadero poema:
ResponderEliminarNo hay engaños, no hay mentiras que puedan pregonar que no hubo amor a nuestro lado. Nacieron unos ojos, unos ojos eternos, compañeros de todas las estrellas. Un sabor de boca, no, no hace falta, cualquier aroma se sentirá feliz por impregnar nuestro alrededor. Ante él vamos a conseguir un mañana más dichoso, ese mañana entre los dos lo habremos cosechado.
sabía que alguno de los textos escritos lo vería de esta manera. Ya lo apuntaba el colorido que iban tomando lo sentimientos. Podría pensar que empiezo a sentir ahora, pero no es verdad, el caudal del sentimiento se habría ido formando a medida que las aguas discurrían mansas y sin turbulencias
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ResponderEliminarCreo que este estilo, como en los últimos de tus comentarios, le vendría bien a una nueva forma de enfocar tu lírica (quiero decir: porqué no hacer "poemas comentario"), creo que ya te lo he insinuado varias veces. El párrafo que se recoge en este texto es singular y excelso porque fluye de una prosa sencilla adornada de un sentimiento inusual (igual que tu comentario); y es cierto lo que mencionas: sereno, manso y sin turbulencias, pero de una rotunda profundidad.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡¡¡PIÉNSALO DETENIDAMENTE!!!!!!!!
Cada vez que lo leo, ciertamente, me derrito (como el helado de un niño extasiado con la belleza de otro mundo). Verdadera poesía oculta. Habrá que rebuscar en cada uno de tus escritos para recuperar estos tesoros silentes!!!
ResponderEliminarSeguro que habrá alguno más, Raúl, cada vez voy captando más tus gustos. Tus palabras me animan a ver de otra manera lo que me queda por escribir. Son esos momentos en que uno rebusca en su interior el por qué de las cosas, la razón... y después define la realidad tiñéndola a su vez del jugo que fluye de dentro
ResponderEliminarSi, Raúl, sé que algunos de mis comentarios te han gustado bastante, quizás lo que no llego a conseguir es esa sencillez como la que tenía en el momento de escribir. Y es que el tiempo, como tú ya sabes, va cubriendo de trajes exóticos todo lo que miras y tú, inconscientemente quizás, lo aceptas porque crees que es una manera de crecer y madurar. Pero cuando ves que no es así te cuesta volver atrás. Y es que ahora cuando escribes, buscas paisajes que no has tocado aún, en los que ni siquiera has posado la mirada te imaginas, pero unas veces no son reales y otras te envuelven en un remolino del que te cuesta salir.
ResponderEliminarCuando empecé a escribir me bastaba un sentimiento cualquiera para escribir. Cuando escribí con vosotros el libro titulado "Mujer" buscaba comienzos exóticos algunas veces, aunque el desarrollo del poema fuera realista. Hoy busco algo más, imágenes que llenen el alma de otra manera: llenarte por dentro.
Ahí está el trabajo del tiempo, pero también así te sirve de apoyo
Creo que lo más difícil de lograr son las palabras sencillas en un mundo de complejidad, la sinceridad y la naturalidad ante lo especulativo. Yo mismo, muchas veces, me visto con imágenes pero intento que no todo quede en imágenes que puedan impactar, sino también, en ideas clarividentes y alguna desnuda emotividad a la que asirse. El poema anterior me parece un hallazgo!
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