Y ahora…
sledad. Soledad después del espacio y del silencio.
Soledad para encajar los golpes
que te ha dado el destino…
lentamente.
Y ahora soledad.
Ríos plateados corren por las profundas venas
que me limitan
y quisiera estar allí, con ellos, siendo río…
quisiera saber de dónde nacen,
de dónde.
Ríos de soledad y de vida… contigo,
sobre todo eso que me ha dado sentido
y ser.
Ríos de soledad y de tinta vertidos sobre un papel
envuelto en sombras
y engalanados del oro que relucía en las cumbres
cuando las tocaste al pasar.
Y ahora…
soledad. Descansa sobre tu lecho
en el pausado devenir de las horas…
como una forma de sentirte esencia
y alma. Después llegará ella…
mi dama, que habrá venido para no dejarme solo…
para hacerme sentir la vida.
Soledad después del ruido,
de la furia…
soledad después del espacio y el tiempo.
Han sido tantos los días apasionados, tantos…
los días
que esperaba ver que tu sueño
era un universo para mí.
Ahora…
soledad.
Y después la vida.
-2009-
*Y ahora sobriedad... Es un poema bastante pulcro *no parece ser tuyo, ya que no hallo esas palabras reticentes de tus versos. Si es un cambio te felicito por el cambio...
ResponderEliminarEstaba preocupado, Raúl, porque no supe cómo darle la forma de los otros, ya ves que me quedaron espacios entre líneas, pero eso lo iré corrigiendo.
ResponderEliminarEsto no quiere decir que haya cambiado, que a partir de ahora haya entrado en un nuevo plano, no; sólo que estoy intentándolo, estoy descubriendo la soledad y, sobre todo, mi espacio: estoy dejándome un espacio para mí. Sé que este cambio va a ser para bien