Ya ves, no
falta nada. No me extrañaría que a lo largo del caudal de nuestros sueños,
recordara qué fue lo que vino a buscar este cansado errante entre nosotros, en
la claridad que llena su corazón. Y hasta puede que llegase a sentir un
relativo placer al aspirar el aroma que sus sentimientos dejan en el aire, como
estela de lo que es una esperanza.
Ya suena junto a él; ellos dos saben que una
mirada agradable siempre puede estar dispuesta a llenarse de luz.
Y no sólo extenderá ese mensaje que guarda en
su alma, sino que comprenderá también que vino a este mundo a recoger las
semillas que transporten los diminutos copos por el aire.
Cada uno corre. Nosotros sabemos que ahora
serás tú quien vuele a su encuentro. Te cruzarás con él, sin estrellarte, y a
la vez pronunciaréis vuestros nombres. Ya no hará falta que yo vuelva a gritar.
-¿Cómo
tú por aquí?.
- Ya ves.
Y se irán. Más tarde regresarán para ser uno
sólo. La paloma ya les vio hablar entre ellos. Y aquella habitación estaba
compuesta por todo cuanto que hubieran podido contarse uno al otro.
- Me
gustaría saber por qué pensaste todo eso. En la vida no estoy sólo yo.
Era aquel cuarto quien le daba calor, era
todo aquello que había podido conseguir con el tiempo. Había muchas figuras
diferentes disolviéndose en una sola.
No entendía qué era aquello, se sentía tan
aprisionado, que lo que pudiese haber sucedido ya parecía predispuesto a llagar
hasta él.
Y cada vez, como entreteniéndose, dirigía su
mirada hacia aquella paloma. Tan bella... le había traído noticias de la
soledad. Ya estaba lejos, pero estoy seguro que mucho le gustaría tenerla cerca
de él en aquellos momentos.
-¿Cómo puede
ser todo así?- se preguntaba.
- No sé qué responderte.
Pero ya comprenderás que para hacerlo no hace falta una respuesta. Tú ya le
estás extrayendo todo el jugo a una vida.
¿Cómo podría hacerlo?. El sabía que se
encontraba en un periodo de transformación. Tenía que esperar pues, y a su lado
todos aquellos instantes felices. En verdad ya conocía esa esperanza, había
tenido que esperar otras muchas veces y no le sería aquél un rival muy duro.
- Déjame pensar que lo
hiciste por mí. Y que esa melodía que brote de tus labios pueda ser el cauce
que me una más a tu entorno.
- Volvemos a
encontrarnos frente a frente. No, esta habitación no cuenta, hay muchas
realidades que no saben hablar todavía, aunque pueda llegar a turbarse su
pensamiento en ciertos instantes. Ella no te conoce, un día partirá hacia otros
lugares lejanos, sólo querría recordar qué fue lo que me dijo hoy.
-Ellos saben que una mirada agradable siempre está dispuesta a llenarse de luz.
ResponderEliminar-Había muchas figuras diferentes disolviéndose en una sola.
No entendía qué era aquello, se sentía tan aprisionado, que lo que pudiese haber sucedido ya parecía predispuesto a llegar hasta él.
-Déjame pensar que lo hiciste por mí. Y que esa melodía que brote de tus labios pueda ser el cauce que me una más a tu entorno.
-hay muchas realidades que no saben hablar todavía
-Ya ves, no falta nada. No me extrañaría que a lo largo del caudal de nuestros sueños, recordara qué fue lo que vino a buscar este cansado errante entre nosotros, en la claridad que llena su corazón. Y hasta puede que llegase a sentir un relativo placer al aspirar el aroma que sus sentimientos dejan en el aire.
ResponderEliminarEs la parte de Raúl que me encanta: la creativa, la inconformista. Ya la echaba de menos
ResponderEliminarA mí también me agrada la parte destructiva, igualmente creativa.
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