A veces
sin darte cuenta
llegan los cauces al
río y el humo comienza a disiparse
en la medida que uno
permanece allí,
y aguanta.
Los cauces son
uniformes, pero el río no,
el río es bravo.
Esas veces el río se
forja en un instante de silencio
atronador, pero es un
embate
de aguas tenebrosas y
ácidas
y sin darte cuenta te
sientes inmerso
en él,…
pero no sabes nadar,
no puedes:
es imposible
resistirse.
-2003-
Fausto, tal vez necesite un río de indigencias interiorizadas para entregarse. Quiero decir que hay versos que atan caudales y riberas. ¡Fausto! Descórchate como una botella de champán y deja que las burbujas te muestren el camino hacia los alcoholes.
ResponderEliminarFausto está embriagándose de esencias: la esencia del vino no es sólo lo que queda en el poso, sino lo que se bebe y te agita por dentro. "A veces el río se forja en un instante de silencio" dice él y ése es el río más perfecto, el que nace de la frescura de quien sólo quiere navegar.porque sentir las aguas le da fortaleza. Entonces el río es él y Fausto de desnuda. Y después toda esa calma aparente te envuelve seductoramente y te hace ver lo que reaalmente es: lo que siempre te ha arrastrado
ResponderEliminarNos arrastramos, alcohólicos, en cualquier disertación; embaucados y borrachos de todos los mundos...
ResponderEliminarEl río te arrastra, de ti depende ser tú o ser río, con la única diferencia que el río nunca va a ser dueño de sí mismo
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