Me
pregunto
por qué estoy
enfrentado con el silencio,
si el silencio se
me escapa,
agazapado por entre
los rituales del camino
que en un tiempo me
sirvieron de lecho
y de valor
y hoy son el óxido
cauce
de un río manso.
Me pregunto
por qué estoy enfrentado a él
rompiendo la estela
de un alguien que un día
sembró margaritas en
mi ventana
preguntando por mí.
Y me deja a
oscuras y luego apaga la luz
derramando por mis
ojos
esa imagen fugaz del
último rayo del día
que baja hasta mi
lecho
con perfumes de hiel.
Me pregunto
por qué sigo embriagado
de un silencio que me
vulnera cuando nadie me ataca,
que me clava sus
dardos
y se aleja da mí.
Porque cien
veces he escapado de él y cien más
he retrocedido por
completo buscando la luz
que me indicaba el
nuevo día.
Y el silencio…
que me rompa, si, ese
silencio
que no se pueda
sentir.
El último silencio,
el más efímero,
el más cruel:
hoy me pregunto si me
enfrento a él.
-2008-
Me gusta la fotografía (es realmente buena).
ResponderEliminarCreo que al poema le falta trabajo para poder rozar esa perfección que ya conoces.
Se trata de arañar ataúdes cuando nos entierran vivos y claustrofóbicos para intentar salir del óbito con nuevos y renovados pasos. Yo, a veces, hago de sepulturero de la palabra para obligarme a esta coyuntura...
Y me deja a oscuras y luego apaga mis ojos
derramando esa imagen fugaz
del último rayo del día
que baja hasta mi lecho
con perfumes de hiel.
Te propongo nuevas interpretaciones: juguemos con el poema hasta desmenuzarlo y conseguir otras consistencias. Para comprobar lo dúctil que puede ser la poesía, observada desde un prisma diferente, te invito a que hagamos posibles variaciones, versiones, de un mismo poema hasta intentar tocar el "verso sinfónico y absoluto".
ResponderEliminarI
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Me pregunto
por qué estoy enfrentado con el silencio,
rompiendo la estela de alguien que un día
sembró margaritas en mi ventana.
...y luego se apagan los ojos
derramando esa imagen fugaz
del último rayo del día
que baja hasta mi lecho
con perfumes de hiel.
Me pregunto por qué sigo embriagado
de un silencio que me vulnera.
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Me parece bien tu interpretación, siempre en tu línea de buscar la última esencia: la realmente válida. Es verdad que deja el poema abierto a múltiples interpretaciones: el silencio, ese silencio a veces desconocido y otras amante. En lo que escribiste sin embargo lo veo un poco escaso, porque yo busco porqués, razones.
ResponderEliminarme pregunto por qué estoy enfrentado
con el silencio
si el silencio se me escapa...
porque me enfrento sin importarme lo que digan,
lo que piensen.
El es quien apaga la luz
de mi cuarto,
pero en el silencio me hace respirar la vida.
y yo estoy de acuerdo con él, pero no
de su fugacidad.
porque escapo de él y a la vez le busco
y le sigo.
Graciuas por lo de la foto, es como detener el paso del tiempo en un punto muchas veces inapreciable y con ello hacerse parte de esa realidad. Desde siempre hemos respirado y hoy lo hacemos como un acto involuntario,casi imperceptible, pero se trata de hacer consciente de algún modo la respiración
ResponderEliminarVaya!!! Un comentario acorde con tu talento y un final bello dónde los haya.
ResponderEliminar"Desde siempre hemos respirado y hoy lo hacemos como un acto involuntario,casi imperceptible, pero se trata de hacer consciente de algún modo la respiración."
Puede que tengas razón a lo concerniente a tu poema y éste quiera expresar más de lo que yo, sucintamente, he eliminado con tijeras de podador; pero sigue siendo un poema abierto y creo que debieras concluirlo, detenerte un poco más en él.
ResponderEliminarOtra posible interpretación:
ResponderEliminar-------------------------------------------
Me pregunto
por qué estoy enfrentado con el silencio.
El silencio se me escapa,
agazapado por entre los rituales del camino
que en un tiempo me sirvieron de lecho
y hoy son un oxidado cauce.
Me pregunto por qué estoy enfrentado
con el silencio
rompiendo la estela de alguien que un día
sembró margaritas en mi ventana.
Luego se apaga la luz
derramando por mis ojos
esa imagen fugaz
que baja hasta mi lecho
con perfumes de hiel.
Me pregunto por qué sigo embriagado
de un silencio que me vulnera.
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A veces escapas de repetir algunas palabras, intentas darles un sentido nuevo, pero no siempre se es capaz de lograrlo. Y si después de todo se produce esa repetición, poner entre ellas alguna imagen que, no perdiendo el sentido del poema ni la continuidad del mismo, permita otras alternativas
ResponderEliminarTu manera de ver los poemas me dan luz sobre otras interpretaciones. Si un poeta no se detiene e indaga en lo que escribe, ¿qué tipo de poesía escribe?. Si no se pregunta, si no intenta definir lo que siente... yo creo que sus imágenes aportan más que quitan. De todas formas pueden hacerse imágenes más culturales que poéticas
ResponderEliminarHoy en día está habiendo muchos movimientos sociales en torno a lo de tomar conciencia de lo que sucede, porque toda la sociedad que hemos construido no llega a responder de todo a estas nuevas generaciones. Dejemos pues la semilla colgada de algún árbol en espera de que las aves peregrinas del mañana atraviesen el bosque por el lugar en donde la hayamos dejado y la acojan para ellos.
ResponderEliminarSeguro que vendrán con nuevas expectativas, pero al menos que sepan que alguien pensaba igual que ellos
Desconozco la semilla, el ave, el bosque o el mañana; pero es una hermosa parábola a la que me adjunto.
EliminarLos frutos que sembramos ayer los estamos recogiendo hoy.
Hoy el campo es un erial que sólo nos trae lo yermo; pero para que crezca la esperanza, antes tenemos que observar la desolación.
Me agrada que digas que mi manera de ver los poemas te da más luz, otros lo verían como una forma de inmiscuirse en tu obra de un modo torticero. Esa no es mi pretensión; si acaso, iluminar un poco sobre las latentes virtudes que a veces parecen descansar y ocultarse. La "indagación" es fundamental.
ResponderEliminarSon semillas que no se ven, que apenas se perciben, tal vez sólo en el momento en que dos se encuentran en el camino y brota la chispa. Ese erial, aunque todos lo veamos como falto de belleza no es así porque nos está haciendo verbalizar que no nos gusta y eso no es del todo negativo, porque nos puede conducir a las otras orillas en las que sí sepamos distinguir el bosque
ResponderEliminarCuando me dices algo nunca lo veo como una crítica, sino más bien como un compartir una manera de ser. A veces estoy de acuerdo contigo en lo que me dices, aunque aquellas veces en Bayona no me gustara recibir críticas: es la vida la que te lleva a abrir de alguna manera la mente. Y es verdad que en un poema, por enorme que sea y profundo a la vez, la poesía que ay en su interior no se percibe en la cantidad de palabras ni en la profundidad de las mismas, sino que se ve más en pequeños detalles que no tienen por qué ser tan visibles. Es el sabor que te queda en el alma después de leer un poema que te ha hecho comprender. Tú comprendes un poema o alguien te explica un poema: ¿es eso realmente la poesía?: ciertamente no lo es. Porque la poesía es lo que no se ve de lo que está escrito ya que lo que atraviesa el alma no tiene forma
ResponderEliminar-Exactamente..., algo parecido a un paisaje indescriptible cuya latencia, abunda y pervive en el corazón más allá de la simple contemplación.
ResponderEliminar-Es por esa definición tan sagaz de la poesía que un poema no tiene el mismo significado para todos ni el alma es la misma en su totalidad.
-Los pequeños detalles encierran auténticos mundos; pero, expuestos como una decoración excesiva pueden mermar la sencillez y la fluidez de los versos.
-Un detalle no hace un poema; pero hay muchos poemas que son un detalle.