Y a veces
no me dejan salir las voces
de su interior.
Fuera, en la calle,
ya no me atrae el
confuso sonido de los sables
que se baten en duelo
y me acribillan de
silencio
y de cólera…
pero con ellos
quisiera estar yo.
Guerras clandestinas
que aprietan mi alma
y mi espíritu…
se aprietan contra mí.
He dejado ya
de sentir la prisa del tiempo
y sus necesidades…
me considero más
vital…
pero a veces no me
dejan salir las voces
de su interior.
Sables de
ausencia y de miedo,
sables de materias
inertes
que me enfrentarán al
destino último
y hoy se escuchan sin
cesar.
He dejado de
creer en las fantasías
deseando que se
cumplan los sueños
que un día imaginé…
y mi realidad me hace
más cauto. Un día soñé con ella…
sumido en mis papeles
de porcelana
y de vidrio. Y me
arranqué de ellos…
para soñarte…
y para soñarme
después…
pero a veces
no me dejaban salir las voces
de su interior…
en calma.
-2009-
Generoso poema con algún que otro trazo brillante.
ResponderEliminarMe deja un poco desconcertado la frase inicial, no sé si lo que has querido decir se expresa mejor de esta forma *a veces no salen las voces de su interior.* Mejor simplificar...
Creo que con algo de trabajo podría crecer...
Me gustan, en especial estas frases
> Guerras clandestinas que aprietan mi alma
y mi espíritu…
se aprietan contra mí.
> He dejado de creer en las fantasías
deseando que se cumplan los sueños
que un día imaginé…
>Un día soñé con ella…
sumido en mis papeles de porcelana
y de vidrio. Y me arranqué de ellos…
para soñarte…
y para soñarme después…
Este poema es del 2009, muéstranos alguno de los que haces ahora...
Hace tiempo que no escribo, Raúl. Escribí uno hace una semana pero no sé qué tal está. De todas formas, espero ver alguno para la próxima subida
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