II
Hai ronseis de música nos aloumiños da noite,
imposibles figuras que non logro descifrar.
No borde mesmo do predicamento conceptual,
océano: gaiola de lanternas infinitas na
quietude de espazos infinitos.
Hay estelas de música en las caricias de la
noche,
imposibles figuras que no logro
descifrar.
En el borde mismo del predicamento conceptual,
océano: celda de linternas infinitas
en la quietud de espacios infinitos.
Me recuerda al documental de "Océanos" de Jacques Perrin. (conciso y profundo).
ResponderEliminarlobezno
Gracias por tu comentario. Tienes razón, las primeras imágenes del documental con ese mar omnipotente y salvaje (un mundo nuevo y evocador).
ResponderEliminar