Nunca supe con qué
mirada
contemplar las
altas colinas que se extendían ante mí,
cubiertas de cenizas
y de recuerdos del
pasado…
con qué mirada
comprenderlas.
El cielo extendía su
cúpula azul sobre ellas,
salpicado de mechones
blancos...
yo lo miraba con
admiración y osadía.
Sus cenizas llegaban
hasta mí mansas,
de bucles grisáceos y
tristes:
era una sensación opaca.
De nuevo me fijé en
sus rizos de color azul,
sus sábanas blancas,
tersas...
y en ellos vi mi
nombre, desnudo,
como una ofrenda.
Me conmovía ver
brotar las mariposas
de su mirada
malherida y delirante,
mariposas que siempre
habían sido un signo de opulencia
y pasión.
¿A dónde irán?, me
preguntaba,
¿será que ya acabó su
ciclo de apareamiento
y ahora buscan nuevos
amaneceres?.
No lo sabía, no,
pero me sentía
cautivado
por la quietud de
aquella estación.
Nunca sabremos si la etiqueta de prosa o de poesía es la acertada, tal vez sea "vorsa" (versos en prosa, prosa en verso) Leído de principio a fin tiene una cadencia que no es cortada por ningún exabrupto. Tiene imágenes intangibles y alegóricas (bucólico e inspirador). Aunque al principio es una conjunción de nubes y cúpulas, uno puede copular entre sus altas nubes sin temor al desamparo. Hay una segunda parte más introspectiva: mariposas brotando de los ojos, opulencia, pasión, amaneceres de apareamiento por los que me siento también cautivo y atraído: misticismo salvaje en la poesía del instinto.
ResponderEliminarLa etiqueta de prosa o poesía es lo de menos, pues será como el lector lo vea al margen de lo que yo indique. Es parte del texto en prosa que tengo, a veces la misma magnitud de la imagen que evoques te señala si buscas prosa o poesía. De todas formas, me gusta lo que se puede sentir a través de ella. Creo que alguien dijo que la poesía era la prosa en movimiento
ResponderEliminarComo siempre es delicioso leer tus letras ..un abrazo jean ..desdelo mas profundo de mi corazón .gracias pro tus letras ..
ResponderEliminarGracias, Concha, sabes que de mi parte es un orgullo tener tu cariño y contar con tus aportaciones, que son y siempre fueron muchas. Me gusta mucho tenerte a mi lado, porque también me asombro con tus palabras
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