Una mirada
una
sonrisa entre precipicios flotantes
y óvalos
cuadrados
nuevamente
nombres
desheredados
arañan
antiguas utopías
y se
sublevan los pulmones
para
liberarse de rutinas de antaño
círculos
bordean angustias
y plumazos arrebatan
alegrías efímeras.
Nada efímera, la condición de este poema...
ResponderEliminarLa ausencia de artículos le da al poema un cierto toque de rotundidad que en la mayoría de los casos trae bastante, Héctor no relata el poema, lo deja caer y eso atrapa al lector. Una primera lectura a veces no es suficiente para captar el fondo del poema. Todos somos "precipicios flotantes y óvalos cuadrados" y casi siempre una sonrisa es nuestra liberación. Mucha razón tiene al reivindicar que lds alegrías son efímeras
ResponderEliminarAl hilo de tus palabras, ¿cuánto pesa un poema caído en desgracia? Date cuenta que también podemos perecer de alegrías eternas...
ResponderEliminarNo existen los poemas caídos en desgracia, quizás no seamos capaces de ponernos en la piel del autor. Él ya es lo bastante crítico para darse cuenta hasta dónde ha llegado su mensaje. De todas formas la alegría no ha de llegar más allá de a dónde lleguemos nosotros.
ResponderEliminarLa alegría es la que nosotros queremos trasmitir
ResponderEliminarAsí es, Ana. La alegría es esa chispa que muchas veces nos hace vibrar y nos da esa pizca de humanidad que necesitamos. Están más cerca d parecer eternas que efímeras, puesto que la alegría viaja en el tiempo y nos infunde aliento allí donde esté
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