He
respirado aromas del tiempo
desde mi atalaya de
asfalto y de cobre...
pero no eran los
mismos que respiraba ayer.
La sonoridad
de sus candelas me rodeaba, me invadía...
la candidez con la
que me miraba;
era un sueño
introducirse en su esponja
0y desde ella mirar
el mundo alrededor.
Desde ella el mundo
era un mar de injusticias y de sangre, mojé mis ojos en su cáliz trémulo
para hacerme pasajero
igual que lo era ella.
Y así se hizo mujer:
mujer esbelta
vestida de una
porción de infinito.
Tiene matices interesantes. Explícame lo que entiendes por (...su esponja). Necesito algún trabajo tuyo para el blog (ya me dirás cuando puedo contar con ello) He publicado un nuevo poemario (Sacrificados no ceo) espero que te guste!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAmigo Raúl, la imagen de "su esponja" es la de su conocimiento, su sabiduría. Comprende que antes de ello digo que estoy viendo el mundo "desde mi atalaya de asfalto y de cobre", clara imagen de un mundo que muchas veces nos resulta confuso... y que a la vez nos pide mirarlo desde un punto de vista comprensivo y, por qué no, que se escapa un poco de lo racional. Cuando lo escribí intentaba que las vocales le dieran una sonoridad adecuada.
ResponderEliminarMe gusta contar contioo en este espacio de mi blog (otra vez juntos, ¿te acuerdas?. Lo miraré, clarob que si y ya te comentaré. Yo, ya lo ves, voy publicando aquí todo lo nuevo porque es mi manera de expresarme
Te felicito, está muy interesante. Salvo en lo que dice tu amigo respecto a la palabra "esponja". A mi también me suena un poco raro lo de "candelas". El final es muy bueno.
ResponderEliminarlobezno
Me encanta que se sumen a tu blog. Yo no tengo una obra literaria digna de mención, y en este punto prefiero leer o escuchar lo que aportan los otros (gente como vosotros)
ResponderEliminarlobezno
Lobezno, la obra literaria no es lo más importante. El espíritu que posee inquietudes, el alma que muchas veces se detiene en el tiempo para deleitarse ante una determinada visión... incluso el entendimiento que busca en lo profundo de lo que ve y de lo que no ve un destello, posee una chispa que no todos conocen, una chispa que habla cuando nadie lo hace, que se revela cuando nadie lo hace. Y es hermoso que sea así, porque el ser humano descubre a través de ello su propia realidad
ResponderEliminarEste es el tipo de poesía al que me refiero cuando hablo de los comentarios. Gran comentario (grandioso poema).
ResponderEliminarLo que te gusta, Raúl, es lo que sale espontáneo, claro como el agua
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