Y su aroma a pino quedó impreso en mis
dedos
cuando acaricié su vientre…
y su ausencia:
me despertó de un sueño blanco.
Y vi su imagen extendida sobre unas sábanas…
y le vi desnuda,
inerme…
supe que ella estaba junto a mí.
Descalza… como los ángeles cuando nacen,
indefensa… como el sueño y la flor
y en sus manos frías sentí la vida
y le postré mi inconsciencia,
escuchándole…
sin voz.
-2010-
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