Hoy la ciudad se levanta
como una mujer… desconocida
para mí;
su niebla dibuja un arco a mi alrededor,
seduciéndome.
Una brisa corta el aire
y me lame… me obsesionan sus luces
magnéticas,
grises:
inciertas…
su entorno gladiador y místico
a la vez.
Hoy he dejado de creer en las marionetas
que el mundo enarbolaba ante mí…
para defenderme,
para defenderte.
-2010-
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