Latiendo en cada naufragio
a punto de disolverse en el mar,
sin miedo, sin desilusión,
sin haber conocido la traición.
Un suspiro, un aliento invisible
existente en cada realidad,
el místico entorno de una palpitación
olvidada
todavía musita tu nombre...
no quiere que desaparezcas de su presencia:
cogerte, estrecharte en sus brazos,
quiere llevarte en alma con ella.
Aquellos silencios, entregados por tus
manos al vacío,
volverán
para agradecerte el haberles enseñado la
soledad.
Y tú, secreta e íntimamente,
seguirás viviendo en cada obra.
1983
Intenso pensamento Beijos.
ResponderEliminarPor siempre, en cada ensueño y en cada pensamiento por siglos y hasta en la eternidad.
ResponderEliminar;)
Besicos.
Me encanta leerte, además tenemos almas muy parecidas...
ResponderEliminarSaludos
LLENO DE MISTERIO MISTICO TE LEÍ Y ME GUSTÓ BESOSABARAZAOS
ResponderEliminarComo una entelequia liente en medio de POseidon nos atrapan tus versos con esta idea que cautiva en medios de figuras fulgurantes y persecutoras para un descenlace insospechado que denota magia y misterio.
ResponderEliminarUn poema consolidado en su matiz.
Es muy bonito eso de "aquellos silencios entregados por tus manos al vacío"
ResponderEliminarTan nada que es todo. Un abrazo