He tenido ganas
de ser gladiador por un instante. Pero temblaron mis
manos
al agarrar el puñal
y sostenerlo, y luchar por mi estancia.
Eran ganas
de recobrar otra vez lo perdido a pesar que ya nunca
volvería a verlo
como entonces, a sentirlo
como entonces, sólo en mi pecho
la grata sensación de amar otra vez
las raíces.
-1991-
Por suerte no has perdido tus buenas raíces capilares (no como otros).
ResponderEliminarBueno, se pierde y se gana: es nuestra razón de ser. Estoy intentando recuperar algunas notas del ayer que me parecen interesantes, que es de una forma u otra lo que cada día estamos haciendo cada uno: amar otra vez las raíces (ésas que no se pierden). Nos hacen humanos de alguna forma
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