“Todo lo que sucede es por
algo”, le escuché a Encarna decir desde el primer día… y cada día que pasa le
doy un nuevo sentido. Cada caída, cada enfado, cada tropiezo es por algo pero lo buscaba fuera de mí: era cuestión de mala suerte. Hasta el tiempo tiene
sentido desde esta perspectiva: cada instante del tiempo, cada segundo perdido: y el mismo accidente que padecí tiene sentido visto desde este punto: ¿Qué tenía
que cambiar entonces?, ¿qué tenía que aprender?... ¿o qué es lo que debía
olvidar?. Todo lo que sucede es por algo… pero yo me sigo resistiendo a creer
que no soy libre.
Buenísimo!!!
ResponderEliminarMás que bueno me parece una evidencia; seguro que todos lo tenemos presente. De verdad que vi tu comentario hace semanas, pero ¿qué decir que pueda añadirse?. Sé que si no estuvierais tú y José Ramón conmigo no hubiera nacido Ónice o sería de otra manera. Todo lo que sucede es por algo. Yo aprendí y aprendo mucho de vosotros
ResponderEliminarEs un piropo, para el poeta "mejor conservado" del grupo (no lo tomes como una crítica literaria):)
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