Sólo sé pensar en ella,
me entregó las llaves
que en su momento no
pude cosechar.
Hoy me desagrada
pensar que pudo estar esperándome
mientras yo caminaba
perdido,
ausente…
me desagrada haber
sido un inconsciente tantas veces…
una de las semillas
del amor tomó vida
entre nosotros
y hoy sólo podemos
estar hablando de ella.
Podrías haber sido cerrajero, pero sabes que en el fondo ella le entregaría las llaves a cualquier otro...
ResponderEliminarNo sabemos lo caprichosa que a veces puede ser la vida, pero siempre podemos pensar que sucede todo por alguna extraña razón: un momento justo. Nuestro Fausto y sus simbolismos le deja de esa forma un espacio a la ilusión; ¿quién sabe qué llaves abrirá las puertas justas de cada momento vivido: tal vez lo sintamos a aguas pasadas
ResponderEliminarNunca a aguas perdidas... Si todas las puertas se abrieran ninguna alcoba sería habitable...
ResponderEliminarMuy buen comentario, las llaves son símbolo de unidad. Fausto percibe que está transformándose y "ella" es para él lo nuevo, la frescura. Se empieza a enfrentar al mundo, aunque eso no es siempre lo más fácil. Es una manera de meternos en su universo. La alcoba es nuestro espacio de reencuentro con nosotros mismos
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