A
pesar de tener
la
fuerza de mi silencio,
la
vida, a pesar de tener este lapicero de estaño
que
me enseña a palpitar,
a
pesar de sentir, hay muchas cosas
contra
las que no puedo luchar. Ese otro silencio
que
me domina
a
pesar de tener la fuerza de mi soledad
y
mi poesía
que
es amor.
Me
hice niño, sentí y amé,
y
jugué con la vida
renaciendo.
Me hice niño para luchar
por
todo y por nada
a
la vez,
por
mi poema.
Que
eres tú.
-1991-
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