Cuando la tierra se hace sangre
y las gaviotas dejan de dar vueltas
en torno a una arena
que vierte sobre ellas la vida.
Cuando el agua ya no duerme en los campos
y se muestra salvaje
otra vez. Entonces la luna sabe
que ha llegado la hora.
Cuando la tierra se hace estruendo
sobre la cepa dorada que alguien dejó
sobre la cumbre
y se olvidó de beber.
Sólo ella conoce los misterios
del ángel que se refleja en las aguas
y frunce el ceño. Cuando la tierra se
rehace
del hombre cruel que ha dejado sus manos
desnudas.
tiritando de frío.
Entonces... y sólo entonces
entendemos la rigidez
de los abismos.
Cuando la tierra se hace humana...
2007